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Últimos triángulos |

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en desaparecer |
Y luego, por si fuera poco, y para
confirmación lo anterior, seis meses después, el 21 de septiembre, en el Equinoccio de Otoño, cuando TONANTZIN (en náhuatl:
“Nuestra Venerada Madre, la Tierra), ya ha dado flores, frutos y vida, se observa sorprendentemente la otra maravilla,
el retiro, el ascenso y adiós de este ente, fuerza o fenómeno (el Sol convertido en serpiente) que en esta fecha se empieza
a forma al revés, de abajo para arriba a partir de la cabeza de serpiente de piedra situada a los pies de la escalinata del
Templo de Kukulcán, para ir “subiendo” (a través de la formación de triángulos isósceles) hasta desaparecer en
el firmamento por la cumbre del Teocalli. Se
ha ido para dejar descansar a TONANTZIN y no volverá sino hasta después
de seis meses exactos (el siguiente 21 de marzo
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